Iniciamos la ruta en el pueblo serrano de Cortijos Nuevos, para dirigirnos a las pedanías del Ojuelo y El Robledo, que es donde comienza el verdadero ascenso que nos llevará directos a la cima. Conforme ascendemos, la cosa se complica cada vez más, y nos obliga a extremar las precauciones debido al hielo que se mezcla con la nieve y que nos hace ir pegados al borde del camino. De esta manera conseguimos salvar las placas de hielo, y lentamente seguir ascendiendo hasta conseguir nuestro objetivo.
Una vez en la cima, disfrutamos enormemente del precioso paisaje que teníamos delante de nosotros en un día como hoy, pero no dejábamos de pensar en lo peligroso que sería el descenso por el hielo. Al final con mucha prudencia conseguimos bajar, no sin algún que otro sustillo, y de esta manera concluye una de las rutas más apasionantes que hemos hecho y que nunca olvidaremos.
La ruta tiene un recorrido aproximado de unos 36 kilómetros, ida y vuelta, y un nivel de dificultad muy alto si se hace en estas condiciones.
Esta ruta la hicimos el 04-12-2010.
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