Como se pude ver, se ha pasado de derribar el fruto del olivo con una vara de madera y dando palos, a la máquina de vibrar.
Esta máquina es mucho más rápida y daña menos el árbol, aunque tengo que decir que la persona que la maneja acaba más cansado que con la vara, por las vibraciones de la misma.
En la foto mi hermano Tomás, manejando una de estas vibradoras con habilidad. ¡Duro con ella!.
Campaña 2007-2008
1 comentario:
Cómo se ha modernizado el tío, madre mía.....
Por cierto, qué música estará escuchando con esos cascos, jejeje.
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